viernes, octubre 13, 2006

La lluvia sucede en el pasado

En esta noche me acabó de escabullir de entre tus brazos para escribir estas palabras.
Frente a la ventana con el ordenador ante mi me pongo los audífonos y el reproductor de Windows empieza a escoger la canción, mientras espero que se abra el archivo oigo como la lluvia golpea intermitente en el vidrio la cual es demasiado sugerente.
Comienza con las nubes a lo lejos avisando en primera instancia que lloverá, un olor comienza a surgir en el aire y el viento se carga de ráfagas que hacen vibrar al cuerpo y le avisan que algo exterior comienza a acercarse; las primeras gotas caen en las manos y la cabeza, alzando la cara caen en la boca que entreabierta nos deja saber el sabor de esa agua. Las gotas cual caricias van recorriendo el cuerpo poco a poco, lentamente deslizándose y adentrándose en todos los recovecos hasta empapar. Una vez húmeda penetra en el cuerpo provocando una sensación de felicidad y euforia que embarga cada centímetro, pensar que todo esto es derivado de saber que se hace algo que por lo general las madres prohíben a sus hijos, como es empaparse. Tiene el encanto de las cosas prohibidas, misteriosas pero termina metiéndose a bañar con agua caliente y frotando en cuerpo con alcohol al salir. Es curioso como nunca se siente frío, es más el calor embarga el cuerpo. El olor a tierra mojada se impregna al cuerpo quedando y ayudando a la memoria cuando la lluvia a cesado y el suelo se ha secado.
Todo eso se piensa en los dos minutos que tarde en sonar:

"...Bruscamente la tarde se ha aclarado porque ya cae la lluvia minuciosa.¿Cae
o cayó?, la lluvia es una cosa que sin duda sucede en el pasado.

Quien la oye caer
ha recobrado el tiempo en que la suerte venturosa le reveló una flor llamada rosa y
el curioso color del colorado.

Esa lluvia que ciega los cristales alumbrará en
perdidos arrabales las negras uvas de una parra en cierto patio que ya no existe.
La mojada tarde me trae la voz, la voz deseadade mi padre que vuelve y que no ha
muerto."°


°Alberto Cortez, la lluvia sucede en el pasado

Un escalofrió me recorre el cuerpo y con un ritmo cadencioso me voy metiendo de nuevo en la cama, pero con un fingido sigilo que busca despertarte al amor, a los sueños y a esos jardines en los que solemos habitar más que a la realidad misma.

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