lunes, enero 30, 2012

tu me manque

Todo el que nace debe romper un mundo, es lo que dice Herman Hesse en su libro Demian. Este hecho puede ser altamente doloroso, abrupto, agresivo y en ocasiones simplemente necesario.
Para muchas cosas es como si yo hubiera nacido, cambie de país, de continente, de huso horario, de ciudad, de colonia, de idioma y le dije adiós a todo lo conocido y tan familiar para mi. Fue cuando aterrizo el avión que me di cuenta que no estaba más en casa, entendido como aquel lugar del que nos hemos apropiado a fuerza de conocerlo tan bien,  estaba en un lugar nuevo y desconocido.
Mejor o peor, no estoy. Simplemente diferente.
No extraño tanto mi idioma como alguien con quien realmente hablarlo.

miércoles, enero 04, 2012

3 minutos antes

Siempre me pasa, que cuando algo nuevo inicia por que lo anterior termino de manera repentina no puedo evitar pensar en lo que sucedía 3 minutos antes, es decir, el lo inmediatamente anterior al fin. Desde el nuevo inicio, esos 3 minutos cobran una nueva y grandiosa perspectiva.
A veces uno se siente pitonisa y dice: ya lo sabía, otras cual bateador ponchado se limita uno a decir: no lo vi venir.
Hoy pensaba en esos tres minutos de un final es específico, que con el tiempo he llegado a perder la noción de si fue un final favorable o no. Supongo que llegan momentos en que sencillamente uno asume las cosas como sucesiones de hechos inamovibles de nuestra historia y solo por diversión jugamos con ese marco de tiempo de 3 minutos en el reloj.

martes, enero 03, 2012

Ha iniciado un nuevo año. No es un año cualquiera para mi, pero antes de comenzar a hablar del este inicio, hablemos un poco del final.
El año pasado mi antiguo blog fue secuestrado por una página basura, que cada vez que se intenta ver se redirecciona a una página que sencillamente no es la mía. Perdí mi celular y varios de mis relojes decidieron que el último día del año era el mejor para que si pila dejara de funcionar.
Inicie el año por primera vez en la vida entre un grupo de personas, entre las cuales no había nadie con quien compartiera lazos sanguíneos y todo apunta a que pronto dejare de dormir en esta cama, dentro de este cuarto, ubicado en esta casa, de esta calle, en esta colonia, que forma parte de esta entidad federativa, de este país. Es decir, que próximamente mi dirección cambiara radicalmente.
Es por eso que ante los hechos del año pasado, creí necesario iniciar un blog, que era el final del otro. De ahí su nombre, por que es una afirmación muy cierta, todo inicio esta marcado por el final de algo, es un poco como lo que dijo Herman Hesse en Demian, con la frase: Todo el que nace, debe romper un mundo.

Pues así rompo un mundo de fantasías lejanas, para incluirme en uno lleno de finales que dan pasos a principios.