lunes, enero 30, 2012

tu me manque

Todo el que nace debe romper un mundo, es lo que dice Herman Hesse en su libro Demian. Este hecho puede ser altamente doloroso, abrupto, agresivo y en ocasiones simplemente necesario.
Para muchas cosas es como si yo hubiera nacido, cambie de país, de continente, de huso horario, de ciudad, de colonia, de idioma y le dije adiós a todo lo conocido y tan familiar para mi. Fue cuando aterrizo el avión que me di cuenta que no estaba más en casa, entendido como aquel lugar del que nos hemos apropiado a fuerza de conocerlo tan bien,  estaba en un lugar nuevo y desconocido.
Mejor o peor, no estoy. Simplemente diferente.
No extraño tanto mi idioma como alguien con quien realmente hablarlo.

No hay comentarios.: