Carta

Carta II




Estás lejos y al sur

allí no son las cuatro.



Recostado en tu silla

apoyado en la mesa del café

de tu cuarto

tirado en una cama

la tuya o la de alguien

que quisiera borrar

-estoy pensando en ti no en quienes buscan

a tu lado lo mismo que yo quiero-.

Estoy pensando en ti ya hace una hora

tal vez media

no sé.



Cuando la luz se acabe

sabré que son las nueve

estiraré la colcha

me pondré el traje negro

y me pasaré el peine.



Iré a cenar

es claro.



Pero en algún momento

me volveré a este cuarto

me tiraré en la cama

y entonces tu recuerdo

qué digo

mi deseo de verte

que me mires

tu presencia de hombre que me falta en la vida

se pondrán

como ahora te pones en la tarde

que ya es la noche

a ser

la sola única cosa

que me importa en el mundo.

 
 
De Idea Vilariño

Lo que tus ojos no ven

No hay secreto que no se revele a la luz de una vela. Pero recuerda, el que juega con fuego se puede quemar

En busca de la serotónina pérdida IV

Esta de luto su vida, los por qué y los reproches inundan aun su cabeza.

Se ha terminado la relación de la Dra. glamour, esta en ese proceso tipo serpientes y escaleras que es recuperarse. Aún acosa la certeza que el fracaso inminente era la mejor opción,  que el cariño y tratar de brindarse la oportunidad ocultaba bajo la esperanza de que algún acto de carácter milagroso llevaría a buen puerto su amor.

Todo esto es un avance en su gran busqueda, son los molinos de viento nuestro quijotesco personaje, es el choque de la realidad contra la ilusión en la conquista de su misión.