domingo, marzo 23, 2008

viernes santo

En una ciudad con un tráfico tan caotico como el de la ciudad de México y donde la sobrepoblación significa aglomeraciones en casi cualquier parte. La frase: hice muchas cosas el día de hoy, se puede resumir en ir al deportivo, trabajo, ir a comer, tal vez el cine y con suerte salir a cenar, de preferencia todo en el mismo punto cardinal, como en su caso es el sur. Uno va al deportivo cerca de su casa (5 minutos, puesto que a las 5:30 no hay tráfico) trabaja en Coyoacán ( el tiempo de translado varia de media hora a hora y media, regularmente) Tal vez comera cerca del trabajo, o ira a algun centro comercial como lo son Perisur (a 30 minutos, 1:15 min, cuando las obras del metrobus) o en la hermana república de coapa (45 min.) donde el cine esta dentro de los centros comerciales y cenara algo cerca.
Eso es que uno hizo mucho, llega a casa a las diez u once de la noche cansada y agota física y mentalemente del mundo. Solo alcanza a ponerse la piyama, lavarse la cara, los dientes, cruzar un par de palabras de cortesia con sus padres y cae rendida en la cama para quedarse dormida a la mitad de una película o leyendo un libro.
Pero, todo buen capitalino sabe que la unica semana que eso cambia es Semana Santa, que es una de las razónes por las que aun comulga en ocaciones, como un raro vestigio de su educación católica. Esta semana la gente sale y deja una ciudad vacia, limpia, y completamente distinta, es por eso que los que realmente tienen sentido común se quedan en la ciudad en vez de ir a Acapulco (destino más recurrente) a encontrarse con todos los capitalinos que huyeron hacía allá.
Es así que un viernes santo se puede ir desde el sur, (a donde se vuelve siempre, como se vuelve al amor) a Chapultepec a ver una exposición, pasando por Cd. Jardín, de ahí, recordar su infancia comiendo hamburguesas en Naucalpan, ir a coyoacán por un café, jugar boliche en insurgentes, ir a la cineteca a ver una película, comprar vino en general anaya y llegar a casa antes de la seis de la noche, sin estar enteramente casada.
Supongo que también podríamos acharcar esto a que con la primavera los días son más largos :p

lunes, marzo 17, 2008

¿qué harías tu en mi lugar?

El telefono suena y al contestarlo oigo la alarma en voz, no estás bien y se escucha, vos que lo sabes disimular todo aun cuando las cosas estan remal. Tus primeras palabras son: ?alguien más nos esta escuchando?
Mi cara no puede en un momento de sorpresa y debilidad traslucir las emociones que siento al escuchar el principio de tu relato con esa pregunta. Miento cuando me preguntan quien llama, fingiendo que es una amiga con un chisme gordo de como su novio de fue de farra toda la noche. Que puede ser tan grave para que no quieras que ellos se enteren, pero tan fuerte que necesites desahogarte. El típico sudor frío que me provoca insomnio me invadio el cuerpo y aun mis piernas tiemblas.
Expones el problema y yo solo encuentro soluciones en el pasado, pero has llegado al limite de la situación, un limite forzado, como la mayoría. Una de tus quejas más constantes es que esta vez si querias hacer bien las cosas.
Mi boca en un claro vomito verbal comienza a pensar en tus "hubiera" futuros, dependiendo de tu decisión, de si eres querido o no, pero en eso suenas una pregunta que provoca un silencio ensordecedor:
¿qué harías tú en mi lugar? No lo se...
Es fue después de un largo rato lo unico que alcanze a decir, no es que por mi cabeza no pasaran veintemil y un respuestas como: De ante mano sabes yo jamás podría estar en tu lugar; mi carácter no da para aguantar tanto o cosas por el estilo. Palabras inutiles en tu situación.
Pregunta que un resuena en mi cabeza y me pone a pensar que tal vez de una forma enferma ambos lidiamos día a día con el nacionalismo y las fronteras nacionales imaginarias, tu en la praxis y yo en la teoría. Pero para ambos es un tema constante en nuestra vida...
Al parecer solo queda esperar.