Sentada, en ese lugar inexistente hace años en la casa, le vino a la mente una sensación similiar a la de hace años. Las circuntancias eran distintas por fuera, pero muy parecidas en el fondo y eso era lo que había percibido.
Sencillamente eso ya lo había vivido, ese torbellino de ideas ya la habían acosado y por supuesto que toda esa seríe de posibilidades ya le había cruzado por la cabeza. Pero en un momento todo eso había cambiado, ella no era la misma persona que hace años, no se encontraba en la misma situación que hace años.
Poco a poco las cosas se fueron aclarando, el fuego calmando y entonces se dio cuenta del momento en el que muchas de las cosas empezaron, ese del que jamas había tomado conciencia y por el que tampoco había hecho mucho por recordar.
Será qué esta vida nos pone pruebas específicas y hasta no aprobarlas con un satisfactorio resultado estamos condenados a repetirlas una y otra vez?
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