domingo, enero 02, 2011

Nuestro

Nada nos hace sentirnos más fuera de lugar que no conocer como funcionan las cosas, o dicho al reves, para sentirnos en casa basta con saber las pequeñas mañas del lugar. Es decir, ese truco que tiene la segunda chapa de la puerta, los tres golpes que hay que dar en tal puerta para que abra, el cajón que rechina al abrirse y el sonido que hace cada puerta al cerrarse.
No es en todos los caso cuestión de tiempo, la casa de Willis es mía y no por que viva ahí, sino por que le conozco todas las mañas y me desenvuelvo en ella como si fuera la mía. Esta es una forma metafórica de apropiarnos de los espacios, de hacerlos nuestros.
Con las personas pasa lo mismo, las personas que más queremos o tenemos constantemente cerca solemos procurarnos por saber "como funcionan", es decir, que les gusta o disgusta, y como actuan ante tal o cual circunstancia, lo que suelen pensar con respecto a ciertos temas e incluso lo que contestarian a preguntas específicas.Y parte de hacerlas parte de nuestro círculo más cercano es resignificando sus nombres, empezamos temprano con los motes llamando a nuestro progenitores: papá y mamá. Quizá es ahí donde aprendemos de una forma subconciente que hay personas que debemos ponerles un sobrenombre que los resalte del resto para marcar su importancia y resaltarlos del resto. Mi hermano solía llamarme de veintemil maneras, incluso ahora rara vez me llama por mi nombre.
La hermana mayor que nunca quise, nunca pedi, pero a fuerzas me dieron le llamo Willis ( dicen que la vida suele ser muy sabia y pone a personas en tu vida no por que lo quieras, sino por que de alguna forma las necesitas. Estoy segura que por eso estamos entrelazadas)Mi confidente y confesor le digo Tillo Tillo. Y por supuesto es el "enano". O mejor dicho mi enano.
Ese que siendo algo muy parecido a un renacuajo ya era muy importante en esta familia, a ese que le conozco las malas mañas, los gestos, los olores corporales, incluso las aficiones y los sueños. Que lo he visto sonreir por primera vez, llorar, caminar, correr, nunca gateo por que era flojisisisisimo, lo lleve a su primer día de escuela, a su primera carrera de natación y muchas primeras veces más. Habra muchas primeras veces que me pierda, algunas espero que así sea por mi salud mental, por eso es que ahora aprovecho para ser de esta forma su primera felicitación por sus primeros 8 años.





PS. También esta MFV, pero ese es otra historia.

No hay comentarios.: