Todos los días me levanto y se que en algún momento del días vendra a mi mente ESA idea. Siempre es lo mismo, y el escozor en mi pecho no es evidente para el resto.
Salgo en mi rutina díaria, me subo al metro con un mundo de gente, me cruzo camino al museo con otros tantos y son tan distantes que se hacen invisibles.
He dejado de dormir, así que eso trayectos lo he hecho parte mis sueños, eventos de mi inconciente, determinados por mi conciente.
El sol de estos días hace inhabitable los lugares cerrados, pero ya no me son necesarios para abstraerme, basta ponerme los audifonos o dejar de escuchar.
Ayer por fin Morfeo consiguio estrecharme en sus brazos para tener el más raro sueño. Soñe que como tantas otras veces me quedaba dormida con la computadora prendida a mi lado y sabía que estaba dormida y soñando que unas imagenes difusar aparecian a lo lejos, su pinta me convencieron que me darían miedo por lo que trate de despertarme de la pesadilla en mi sueño, pero solo abrí los ojos en mi pesadilla sin despertar ni en mi sueño, ni en la realidad, así que no podía moverme y aunque sabía la razón para la falta de respuesta ante el movimiento de mi cuerpo, no lo hacía menos frustrante.
Es que al final ya no estoy segura de querer dormir, por que con esos sueños en los que duermo y tengo pesadillas con lobos y vampiros no son nada nice, quiza solo debo ser aun más selectiva con las cosas que elijo y las comidas pesadas antes de dormir
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