Tomamos conciencia del tiempo generalmente por los cambios que pasan a nuestro alrededor y que nos perturban. Como el sorprendente y sin previo aviso crecimiento del hermanito menor de mi amiga, crecimiento que note junto con sus coqueteos (lástima que su hermana sea un poquito posesiva y yo no este en posición de ofrendarle a mi hermano a cambio, aunque yo creo que ahí el asunto me dejaría de causar gracia.
Hablando de hermanos y amigos, resulta que mi querida Dra. Glamour, en busqueda de su serotónina pérdida empezó un tratamiento con chochos de la felicidad, que contrarios al mito urbano que te quitan el lívido, resulta que se lo han regresado a sus niveles normales (que aclaremos no son los del común). Pero junto con su lívido, le regresaron la inocencia de sus años secundarescos, su fe ciega en las palabras masculinas (curioso, por que dudo mucho que esta la hubiera tenido antes).
Es bonito verla ilusionarse con cada sapo que llega a su vida, aunque como en la nueva película de Disney al besarlo, sigue siendo sapo.Es así como se ha encontrado al "greco" un chico que juró sentirse enamorado, pero después de un fin de semana de coqueteos desaparecio. O el "lolito" al cual creemos que ella fue la que podo su "florecita" y que dspués de que ser el suplicante, se dijo acosado.
Es así como llegamos a la actual ilusión: "cosquillitas", el amigo de su hermano que es mayor que ella. De su hermano, celoso de sus amigos e intimidad, que se esta empezando a dar color de las cosa, pero es que no entiende que mi Da. no lo quiere solo para la "rumba", quizá funciones para algo más.
Esa historia esta en pininos, pero esperando tenga un buen final, aunque sea como expendiende te la guerra sucia (abierto 30 años después). De aquí a que se le acabe la ilusión o la medicación, por lo menos.
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