Tomamos conciencia del tiempo generalmente por los cambios que pasan a nuestro alrededor y que nos perturban. Como el sorprendente y sin previo aviso crecimiento del hermanito menor de mi amiga, crecimiento que note junto con sus coqueteos (lástima que su hermana sea un poquito posesiva y yo no este en posición de ofrendarle a mi hermano a cambio, aunque yo creo que ahí el asunto me dejaría de causar gracia.
Hablando de hermanos y amigos, resulta que mi querida Dra. Glamour, en busqueda de su serotónina pérdida empezó un tratamiento con chochos de la felicidad, que contrarios al mito urbano que te quitan el lívido, resulta que se lo han regresado a sus niveles normales (que aclaremos no son los del común). Pero junto con su lívido, le regresaron la inocencia de sus años secundarescos, su fe ciega en las palabras masculinas (curioso, por que dudo mucho que esta la hubiera tenido antes).
Es bonito verla ilusionarse con cada sapo que llega a su vida, aunque como en la nueva película de Disney al besarlo, sigue siendo sapo.Es así como se ha encontrado al "greco" un chico que juró sentirse enamorado, pero después de un fin de semana de coqueteos desaparecio. O el "lolito" al cual creemos que ella fue la que podo su "florecita" y que dspués de que ser el suplicante, se dijo acosado.
Es así como llegamos a la actual ilusión: "cosquillitas", el amigo de su hermano que es mayor que ella. De su hermano, celoso de sus amigos e intimidad, que se esta empezando a dar color de las cosa, pero es que no entiende que mi Da. no lo quiere solo para la "rumba", quizá funciones para algo más.
Esa historia esta en pininos, pero esperando tenga un buen final, aunque sea como expendiende te la guerra sucia (abierto 30 años después). De aquí a que se le acabe la ilusión o la medicación, por lo menos.
Describirme siempre me ha sido complicado, por que nunca encuentro algo que realmente me defina, tal vez la luna, que es inconstante y noche a noche cambia, pero perene y aunque a veces no se pueda ver siempre esta ahi.
lunes, noviembre 30, 2009
lunes, noviembre 23, 2009
Mi primer principe azul
Cuando yo era pequeña e iba a las comidas familiares de los amigos de trabajo de mi papi solía ser la única niña entre una banda de escuincles mal educados y que se aprovechaban. Yo en condiciones normales los hubiera puesto en su lugar (y algunos después de varios años lo hice), pero en mis lindos vestiditos esponjosos, mis zapatitos de charol y mi listón en el cabello formando un moñito en un peinado sin nada fuera de lugar, me era imposible correr, golpear, incluso pellizcar. Lo único socialmente aceptado era que yo corriera a acusarlos con sus papás o llorara hasta que algún adulto se diera cuenta que me estaban maltratando.
Por supuesto no contaba con mi hermano para defenderme, por que generalmente estaba en otro asunto y por que en esa época tenía la loca creencia de que yo debía de aprender a defenderme. Un día estaba yo con mi vestidito de marinerita, con cuello en V, en azul y blanco meciendome placidamente en un columpio y llegaron esos malvados niños a empujarme con fuerza para que el columpio fuera más rápido y más alto, lo que no sabían era que la velocidad y la altura no me daban miedo. Ellos se reían de su mal obra cuando aparecio debajo del sol la imagen del caballero perfecto. Un chico alto, blanco, de cabello castaño, cuyos ojos parecian delineados de lo espesas que eran sus pestañas que se bajaba de un caballo blanco (su padre tenía un mustang) que corrió a poner a los chicos en lugar, detuvo el columpio, me pregunto si estaba bien y ante mi respuesta afirmativa, me dio un beso en la mejilla y me dijo que era muy valiente.
Ese beso fue la promesa de amor eterno de todo principe de los cuentos de hadas. A partir de ese momento en todas las comidas, él me cuidaba y jugaba conmigo, aún cuando era bastante mayor. Él era un chico de secundaria y yo aún creía en los reyes magos, crecimos juntos y como todo buen principe azul de realidad me rompio el corazón eldía que me abrazo fuertemente y me dijo que era su hermanita, que no tenia de que preocuparme por que él siempre estaría ahí para cuidarme y me presento a su novia.
Pase años traumada con ese hecho, incluso evite ir a su boda por miedo de que me traicionara el sentimiento y terminara haciendo una imprudencia, ahora solo me queda el recuerdo de aquel caballero de corcel blanco que defendia a la damisela en apuros y que terminan el día con beso del más inocente amor.
Por supuesto no contaba con mi hermano para defenderme, por que generalmente estaba en otro asunto y por que en esa época tenía la loca creencia de que yo debía de aprender a defenderme. Un día estaba yo con mi vestidito de marinerita, con cuello en V, en azul y blanco meciendome placidamente en un columpio y llegaron esos malvados niños a empujarme con fuerza para que el columpio fuera más rápido y más alto, lo que no sabían era que la velocidad y la altura no me daban miedo. Ellos se reían de su mal obra cuando aparecio debajo del sol la imagen del caballero perfecto. Un chico alto, blanco, de cabello castaño, cuyos ojos parecian delineados de lo espesas que eran sus pestañas que se bajaba de un caballo blanco (su padre tenía un mustang) que corrió a poner a los chicos en lugar, detuvo el columpio, me pregunto si estaba bien y ante mi respuesta afirmativa, me dio un beso en la mejilla y me dijo que era muy valiente.
Ese beso fue la promesa de amor eterno de todo principe de los cuentos de hadas. A partir de ese momento en todas las comidas, él me cuidaba y jugaba conmigo, aún cuando era bastante mayor. Él era un chico de secundaria y yo aún creía en los reyes magos, crecimos juntos y como todo buen principe azul de realidad me rompio el corazón eldía que me abrazo fuertemente y me dijo que era su hermanita, que no tenia de que preocuparme por que él siempre estaría ahí para cuidarme y me presento a su novia.
Pase años traumada con ese hecho, incluso evite ir a su boda por miedo de que me traicionara el sentimiento y terminara haciendo una imprudencia, ahora solo me queda el recuerdo de aquel caballero de corcel blanco que defendia a la damisela en apuros y que terminan el día con beso del más inocente amor.
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jueves, noviembre 19, 2009
Atracción
Hay gente que veo una vez al año, solo una vez al año, desde hace ya varios años. Algunos son por que viven lejos y otros, por que es mejor tenerlos lejos.
Dentro de estos últimos se encuentra uno claro ejemplo de mi incapacidad para romper vínculos con el pasado. Me debe la vida entera en disculpas, las cuales ni siquiera me importan, pues hace bastante que decidí que hacía las cosas por que a mi me apetecían, por que yo quería y que si algo me hacía daño. Yo era la única responsable de dejarme lástimar y permitirselo a alguien más.
Todo lo anterior, por que dicho especimen de mi pasado siempre consigue volverme a hacer sentir mariposas en el estómago cuando me regala una de sus sonrisas sardonincas, esas que él sabe muy bien sus efectos y que me deján sin animos de pelea. Parece que fuera algo sencillo, pero tiene su gracia. Claro que él como buen patán sabe de su importancia y sabio uso.
Hace tiempo, para no ir muy lejos convivi con un tipo con la risa más insufrible, con un sonrisa que daba más miedo que gusto. Que era una invitación, pero a salir corriendo hacia el lado opuesto.Y fue gracias a él que empece a prestar particular atención en las sonrisas de la gente.
Quien pensaría que las sonrisas serían tan importantes para el proceso de atracción.
Dentro de estos últimos se encuentra uno claro ejemplo de mi incapacidad para romper vínculos con el pasado. Me debe la vida entera en disculpas, las cuales ni siquiera me importan, pues hace bastante que decidí que hacía las cosas por que a mi me apetecían, por que yo quería y que si algo me hacía daño. Yo era la única responsable de dejarme lástimar y permitirselo a alguien más.
Todo lo anterior, por que dicho especimen de mi pasado siempre consigue volverme a hacer sentir mariposas en el estómago cuando me regala una de sus sonrisas sardonincas, esas que él sabe muy bien sus efectos y que me deján sin animos de pelea. Parece que fuera algo sencillo, pero tiene su gracia. Claro que él como buen patán sabe de su importancia y sabio uso.
Hace tiempo, para no ir muy lejos convivi con un tipo con la risa más insufrible, con un sonrisa que daba más miedo que gusto. Que era una invitación, pero a salir corriendo hacia el lado opuesto.Y fue gracias a él que empece a prestar particular atención en las sonrisas de la gente.
Quien pensaría que las sonrisas serían tan importantes para el proceso de atracción.
jueves, noviembre 12, 2009
Uno a primera vista podría pensar que aventar una piedra a un rio y hacer que rebote en el agua es una cosa sencilla. Cualquiera que lo haya intentado sabe que tiene su ciencia, como todo.
A veces resulta que la suerte esta de nuestro lado y lo logramos a la primera vez o tras pocos intentos, pero en otras ocaciones hace falta de mucha práctica para lograr obtener la maña necesaria.
Hay ocaciones en que nos equivocamos y lanzamos una piedra enorme, sin sentido, ni dirección creyendo que nuestro intento de hacerla brincar es el correcto y cae directo, buscando el fondo y destruyendo la placida paz de la corriente tranquila, salpicando a la gente y es después de fallar que uno se pregunta si no es que desde un principio es que sabíamos que esa piedra no serviría para nuestros propositos, pero en un momento de desesperación y exceso de confianza la tomamos sin medir las consecuencias.O quizá la piedra hubiera funcionado y al final tocaría el fondo, pero nos equivocamos en la forma y es por eso que se pierde, por no ser lo suficiente políticamente correctos para lanzarla como es debido.
Aunque quizá solo sea el hartazgo de la competencia lo que nos haga decidir perder a cualquier costo y aunque nosotros paguemos las consecuencias
A veces resulta que la suerte esta de nuestro lado y lo logramos a la primera vez o tras pocos intentos, pero en otras ocaciones hace falta de mucha práctica para lograr obtener la maña necesaria.
Hay ocaciones en que nos equivocamos y lanzamos una piedra enorme, sin sentido, ni dirección creyendo que nuestro intento de hacerla brincar es el correcto y cae directo, buscando el fondo y destruyendo la placida paz de la corriente tranquila, salpicando a la gente y es después de fallar que uno se pregunta si no es que desde un principio es que sabíamos que esa piedra no serviría para nuestros propositos, pero en un momento de desesperación y exceso de confianza la tomamos sin medir las consecuencias.O quizá la piedra hubiera funcionado y al final tocaría el fondo, pero nos equivocamos en la forma y es por eso que se pierde, por no ser lo suficiente políticamente correctos para lanzarla como es debido.
Aunque quizá solo sea el hartazgo de la competencia lo que nos haga decidir perder a cualquier costo y aunque nosotros paguemos las consecuencias
martes, noviembre 10, 2009
Sin comunicación
Olvide mi celular en casa de una amiga, en la última fiesta a la que fui este fin de semana. Este hecho no tendría mayor relevancia si no fuera por la renuencia que me provoca recuperarlo.
Aclaremos que en un primer momento creí que lo había perdido, por que aqui entre nos tengo una propensión natural, fuera de toda estadística, por perder los celulares. He incluso perdido hasta tres en una semana, no es algo que me cause orgullo, pero lo he aceptado como parte de mi naturaleza.
Mi primer celular lo obtuve como castigo por llegar tarde y con aliento alcohólico en mis primeros meses preparatorianos (si, ya llovío). Quizá de ahí derive que el celular sea un objeto con el cual no desarrollo lazos afectivos como lo serían los automoviles o mi computadora. Curioso tomando en cuenta que esta pegado a mi todo el tiempo. También esta mi apatía hacia la tecnología, me gustan las chunches que hacen cosas bonitas, con esa definición suelo buscar mis celulares, aclarando que los pierdo, así que no estoy dispuesta a gastar más que lo necesario.
Es curioso que me sienta libre sin celular, tal pareciera que fuera ese aparatejo el que lo controla a uno y no viseversa. Actualmente se nos hace inconcebible la vida sin celular,incluso los niños de primaria traen celular (yo fui en mi papel de madre sustituta a una platica a los padres sobre las horas en que se les podía marcar a los hijos mientras están en la escuela y eso que mi pitufo va en primero de primaria, claro maneja el celular mejor que mi madre, pero es una exageración). Pero hasta hace 15 años, si no es que menos eso era una realidad, una muy linda.
Claro que nos simplifica la vida y nos mantiene comunicados, pero también localizables, salva vidas, pero también nos distrae y nos aparta. Sinceramente no extraño las llamadas a las 3 de la mañana, ni los mensajes de noticias o de registrar mi número, ni las llamadas de publicidad y tengo claro que no tengo asuntos urgentes con el mundo y si el mundo los tiene conmigo, hay otras veintemil formas alternas de comunicarse conmigo.
Total que el único fin práctico que le veo al final del día es para llamar al seguro después de un choque
Aclaremos que en un primer momento creí que lo había perdido, por que aqui entre nos tengo una propensión natural, fuera de toda estadística, por perder los celulares. He incluso perdido hasta tres en una semana, no es algo que me cause orgullo, pero lo he aceptado como parte de mi naturaleza.
Mi primer celular lo obtuve como castigo por llegar tarde y con aliento alcohólico en mis primeros meses preparatorianos (si, ya llovío). Quizá de ahí derive que el celular sea un objeto con el cual no desarrollo lazos afectivos como lo serían los automoviles o mi computadora. Curioso tomando en cuenta que esta pegado a mi todo el tiempo. También esta mi apatía hacia la tecnología, me gustan las chunches que hacen cosas bonitas, con esa definición suelo buscar mis celulares, aclarando que los pierdo, así que no estoy dispuesta a gastar más que lo necesario.
Es curioso que me sienta libre sin celular, tal pareciera que fuera ese aparatejo el que lo controla a uno y no viseversa. Actualmente se nos hace inconcebible la vida sin celular,incluso los niños de primaria traen celular (yo fui en mi papel de madre sustituta a una platica a los padres sobre las horas en que se les podía marcar a los hijos mientras están en la escuela y eso que mi pitufo va en primero de primaria, claro maneja el celular mejor que mi madre, pero es una exageración). Pero hasta hace 15 años, si no es que menos eso era una realidad, una muy linda.
Claro que nos simplifica la vida y nos mantiene comunicados, pero también localizables, salva vidas, pero también nos distrae y nos aparta. Sinceramente no extraño las llamadas a las 3 de la mañana, ni los mensajes de noticias o de registrar mi número, ni las llamadas de publicidad y tengo claro que no tengo asuntos urgentes con el mundo y si el mundo los tiene conmigo, hay otras veintemil formas alternas de comunicarse conmigo.
Total que el único fin práctico que le veo al final del día es para llamar al seguro después de un choque
jueves, noviembre 05, 2009
201.
“¿Quién no se interesa por los árabes, al menos durante los intervalos en los que el proyector extremadamente móvil de la actualidad detiene su haz de la luz sobre ellos?...
Y ¿quién no habla de ellos, puesto que los hombres nunca han tenido necesidad de saber demasiado para hablar y juzgar?”
Maxime Rodinson, Los árabes, Prefacio.
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