martes, septiembre 08, 2009

Día en blanco


... o quizá es en negro?
Cuando me desperté mi intuición me advertía que de este día segurito poco sabría, no fue la alarma, lo que irrumpio en mi sueño, ni la ausencia de ganas de permancer en cama. Fue una necesidad urgente de hacerme bolita entre las sábanas y esperar que la batalla espasmódica en mis entrañas aceptara una tregua.
No eran ni las cinco de la mañana cuando me levante buscando distraer mi mente de la lucha constante en mi interior, pero mi esperanza de que esta pasara desapercibida se fue al trasto, cuando no me fue posible disimular la palidez de mi rostro, ni el temblor de mis piernas. Yo siempre he respetado los sudores fríos, esos mínimo tienen la decencia de no ser evidentes.
Yo estaba en una guerra y este mes no cabía duda que yo era la que la había pérdido, el primer intento de tratado de paz de esta noche había tenido un efecto vomitivo como contestación, por lo cual se fue por el excusado. Era la primera batalla de esta magnítud en mucho, mucho tiempo, tanto que ya me había desacostumbrado a pelear.
AL final, tuve que recurrir a la artilleria pesada y para las 5 am enviarón con mi total concentimiento grandes cantidades de drogas con efecto analgésico por la vía más efectiva, intravenosa, para que el ataque fue efectivo, eficaz, certero y semimortal.
A partir de ese momento, solo recuerdo que alguien me dijo que ya había ganado, aunque como en todas las guerras nunca se gana realmente, siempre hay bajas en ambos lados y eso hace a los dos bandos perdedores. Con esta idea cerre los ojos y para cuando la conciencia me regreso escuche a la lluvia golpear en el ventanal de mi cuarto y con la oscuridad pude imaginar que solo había sido un mal sueño, pero no mi reloj decia lo contrario, eran las 10 pm.
Como tanto otros, de este día solo recuerdo un difícil comienzo, un agotamiento extremo y un par de sueños que quisiera revivir

No hay comentarios.: