Antes de habitar la casa en la que ahora vive, solía ser el hogar de su persona favorita en todo el universo. La cocina es amplía pues su persona favorita solía ser fan de la gastronomía, además de tener un sazón delicioso, desde su muerte nunca lo ha vuelto a probar y no importa cuanto tiempo haya pasado, lo recuerda nitidamente, aun lo busca en la primera cucharada de cada arroz.
Hubiera sido lindo aprender a cocinar como ella, de no ser por que cada vez que entraba a la cocina de su actual casa, con solo posar un pie en el piso de la cocina daba al suelo. Aun no encuentra una explicación lógica al asunto, eso le sucedio hasta como los diez años, pero era tiro por viaje, en cuanto se le ocurria adentrarse en la cocina iba a dar de sentón la piso. No importaba cuantas precauciones tomara para no hacerlo. Eso le valio que le prohibieran la entrada a la cocina.
Curiosamente eso le volvió a pasar hace un par de días y sentada en la cocina, sin saber bien reir y llorar (tal vez algo tenía que ver las dos botellas de tequila que llevaba encima) la hizo rememorar y percatarse de que cada cierto tiempo nos llegan reminicencias del pasado, que son capaces de hacernos sonreir aun en la adversidad
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