domingo, noviembre 04, 2007

Ahijado de la muerte

Es la primera vez en su vida que se ponía a pensar en su muerte, curioso pensar no en que hay más allá, sino que haría con lo que quedara acá. Ha decidido que será diamante, sus restos después de ser cremados quieren ser compridos y hechos diamante montados en un bonito dije para que sea un accesorio perfecto. Lo más parecido a una bufanda, las cuales son su adoración y delirio.
Es lindo pensar que sus restos mortales descanzan con tanto glamour y buen gusto. Ahora que haya quien se aviente a tener al muerto en el cuellos, es otro asunto, que llegada la hora se tendra que decidir.
Todos estos pensamientos pasaban por su cabeza, mientras se veía la puesta en escena de Macario y entre risas y lágrimas se refugiaba entre sus brazos, sin saber bien a bien de que. Al final, podía ser de sus propios pensamientos o del frío.
La vida es fugaz e irónica cuando te toca justo en estas fechas en que se vive la muerte con singular burla, estar en un velorio, sin poder consolar a la persona a tu lado, sin encontrar las palabras precisas. Por que a pesar de lo rico del lenguaje y en particular en la lengua española no hay palabras que consuele en esos momentos y menos esas frases mafaldezcas (no se si exista el verbo, pero es la mejor forma de describirlas) que son inevitables para ella decir.
Al final la muerte es la única que no discrimina, habría que aprenderle un poquito!

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