Después de un año es que me empiezo a estabilizar de alguna manera mi vida, he tenido que volver a empezar.
Aqui he aprendido realmente lo que es estar sola, no sentirse, eso se puede sentir estando con un mundo de gente, me refiero a querer salir corriendo y toparse con un rostro amigo y saber que no hay. Aprendí que no se puede estar en dos lugares a la vez y que conforme pasa el tiempo uno se va entendiendo la frase "no soy de aqui, ni soy de allá".
Supongo que saldre, disfrutare de los últimos días del otoño antes que llegue el viento gélido que anuncia el invierno y disfrutare un café en el Pouchkinne, que se presume como la mejor pasteleria de Paris (y eso no es cualquier cosa)
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