Quiza en otras circunstancias Dublin no me hubiera gustado tanto, pero puesta en comparación con Paris me encanto, pero lejos de ser un lugar para visitar, me gusto para vivir. A diferencia de Paris que a mi siempre me ha parecido un lugar perfecto para visitar, pero solo eso, ver lo lindo un par de semanas e irte y no tener que habituarte a su gente.
En Dublin hay internet en todos lados, los autobuses, el metrobus, todo tiene internet, incluso el centro y aún así todos se siente frente a una mesa y comparten pintas de cerveza y charlan entre ellos, sin vivir enchufados al celular o cualquier otro medio electronico para evadirse.
Aunque la oferta cultural es limitada (comparada con Paris) los museos son gratis, en su mayoría (el de Guiness no lo es) pero son pocos, la National Gallery es pequeña, pero tiene cuadros interesantes. Me enamore de un pintor irlandes llamado Yack B. Yeats y en particular de su cuadro "morning in the city". Un cuadro en rojo que comienza siendo un manchon y que conforme te vas tomando el tiempo para apreciarlo llegas a encontrar un mundo de detalles.
Pude entender la melancolia de sus escritores y conocí la neblina que como una cortina blanca te rodea y no te deja ver más allá de 30 cm. Pise las calles por las que paso Oscar Wilde y Joyce, se ve el paso del tiempo en la ciudad, quiza eso la hace parecer tan viva.
Come in the boys in blue!!!!!!!! festejando en el tranvia.
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