Me pierdo buscandote en el espejo, a veces te encuentro segura y con las cosas claras y otro días, como hoy te encuentro pensativa, insegura y sin la completa capacidad para decidir cual será el siguiente paso que daras.
El reflejo gracias a un rayo de sol perdido distorciona la imagen y deslumbra la vista, cual si abriera un portal para adentrarme en tu interior y me doy cuenta que como laberinto haz logrado contruir trampas y caminos que sirvan para desconcertar y hacer dificil la llegada al final a los demás, pero en los que lamentablemente hay días en que tu también te pierdes. Que haz dispuesto rosales para adornar estos caminos, que dan flores lindas y aromatizan el lugar, pero que más de una vez han rasguñado a alguien que tú no querias, provocando pequeñas heridas que no se olvidan.
Que hace tanto que construiste ese laberinto y cual arquitecto año tras año le agregas cosas, claro esta que hay quien logra traspasar algunas barreras, es ahí que lo trates de hacer más seguro e inflanqueble, tanto que hay días enteros en que te quedas atrapada en sus pasadizos, en medio de recuerdos claros y en pensamientos que no lo son del todo.
Ahora mismo, a mitad de ese laberinto vez eso que celosamente cubriste de los demás y que al no permitirle nisiquiera al sol tocarlo olvido crecer y madurar. Lo encerraste de manera tan cuidadosa, que ahora le da miedo explorar eso que esta afuera, siente temor a lo desconocido y un terror inmeso de perderse entre eso mismo que tu le construiste, por eso que tu esperabas lo mantuviera a salvo, se ha convertido en su peor enemigo, la barrera más alta, la más espesa y sin lugar a dudas la más dificil de traspasar
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